José Antonio Muñoz
Sin Movimiento nada cambia.
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Cáceres • 24 obras de arte
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Cáceres es una ciudad que siempre llevaré en mi corazón. En ella crecí, pasé mi infancia y juventud, [...]
Cáceres es una ciudad que siempre llevaré en mi corazón. En ella crecí, pasé mi infancia y juventud, viviendo experiencias únicas que marcaron mi vida de una manera indeleble.
Desde muy pequeño y a través de los turistas que por allí pasaban de forma constante, supe que Cáceres era un lugar mágico, con una historia y una cultura que me atraían de manera inexplicable. Caminar por sus calles empedradas, ver las casas antiguas de granito y pizarra, sentir el aroma de la comida típica en el aire, todo eso me hacía sentir vivo y lleno de emoción.
Pero Cáceres también forma parte de una historia en la que viví muchas penurias, donde luché por mis sueños y mis anhelos. Recuerdo con dolor los días de frío y lluvia, cuando tenía que salir a trabajar a los trece años y regresar muy entrada la noche con la cara fría y las manos congeladas. Pero también recuerdo con cariño las tardes de verano, cuando el sol calentaba mis mejillas, el olor de los membrillos.En esta ciudad he conocido a personas que han marcado mi vida. Amigos de la infancia con los que he compartido risas y lágrimas, amores que me han enseñado lo que es el verdadero amor y el dolor, y personas que me han ayudado a encontrar mi camino en la vida.
Siempre llevaré conmigo los recuerdos de mi ciudad, de esos momentos irrealizables que forman parte de mi vida y que siempre estarán presentes en mi corazón. Cáceres es mi hogar, mi lugar de origen, y siempre estaré agradecido por todo lo que me ha dado.
Por otra parte, a modo de información histórica y turística, se puede afirmar que la topografía de Cáceres ha influenciado el desarrollo urbanístico de la ciudad, ya que se encuentra situada en un terreno desigual, entre la Sierra de la Mosca y la Sierrilla, sobre suelo de cuarcita endurecida y granito abundante. Esto ha proporcionado un amplio material constructivo que ha sido utilizado a lo largo de la historia para construir la muralla de la ciudad y edificios nobles, como mansiones y palacios. La muralla, que se ha reconstruido varias veces, incluye la puerta del Arco del Cristo, una de las estructuras romanas más antiguas que se conservan en Cáceres. Con la llegada de los almohades, la ciudad experimentó un renacimiento y se construyó una nueva muralla de adobe. Tras la Reconquista cristiana, se construyeron las casas fuertes dentro de la muralla y con el Renacimiento, estos edificios adquirieron un aspecto más palaciego. La población de Cáceres ha crecido y ha expandido su villa fuera de las murallas, creando nuevas colaciones como Santiago y San Juan Bautista. Hoy en día, la ciudad cuenta con un casco histórico Patrimonio de la Humanidad y es una de las ciudades más emblemáticas de Extremadura. En esta galería expongo mis lugares especiales utilizando mis técnicas fotográficas habituales.
Desde muy pequeño y a través de los turistas que por allí pasaban de forma constante, supe que Cáceres era un lugar mágico, con una historia y una cultura que me atraían de manera inexplicable. Caminar por sus calles empedradas, ver las casas antiguas de granito y pizarra, sentir el aroma de la comida típica en el aire, todo eso me hacía sentir vivo y lleno de emoción.
Pero Cáceres también forma parte de una historia en la que viví muchas penurias, donde luché por mis sueños y mis anhelos. Recuerdo con dolor los días de frío y lluvia, cuando tenía que salir a trabajar a los trece años y regresar muy entrada la noche con la cara fría y las manos congeladas. Pero también recuerdo con cariño las tardes de verano, cuando el sol calentaba mis mejillas, el olor de los membrillos.En esta ciudad he conocido a personas que han marcado mi vida. Amigos de la infancia con los que he compartido risas y lágrimas, amores que me han enseñado lo que es el verdadero amor y el dolor, y personas que me han ayudado a encontrar mi camino en la vida.
Siempre llevaré conmigo los recuerdos de mi ciudad, de esos momentos irrealizables que forman parte de mi vida y que siempre estarán presentes en mi corazón. Cáceres es mi hogar, mi lugar de origen, y siempre estaré agradecido por todo lo que me ha dado.
Por otra parte, a modo de información histórica y turística, se puede afirmar que la topografía de Cáceres ha influenciado el desarrollo urbanístico de la ciudad, ya que se encuentra situada en un terreno desigual, entre la Sierra de la Mosca y la Sierrilla, sobre suelo de cuarcita endurecida y granito abundante. Esto ha proporcionado un amplio material constructivo que ha sido utilizado a lo largo de la historia para construir la muralla de la ciudad y edificios nobles, como mansiones y palacios. La muralla, que se ha reconstruido varias veces, incluye la puerta del Arco del Cristo, una de las estructuras romanas más antiguas que se conservan en Cáceres. Con la llegada de los almohades, la ciudad experimentó un renacimiento y se construyó una nueva muralla de adobe. Tras la Reconquista cristiana, se construyeron las casas fuertes dentro de la muralla y con el Renacimiento, estos edificios adquirieron un aspecto más palaciego. La población de Cáceres ha crecido y ha expandido su villa fuera de las murallas, creando nuevas colaciones como Santiago y San Juan Bautista. Hoy en día, la ciudad cuenta con un casco histórico Patrimonio de la Humanidad y es una de las ciudades más emblemáticas de Extremadura. En esta galería expongo mis lugares especiales utilizando mis técnicas fotográficas habituales.
Vidas y paralelismos ocasionales • 29 obras de arte
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La vida es algo complejo y multifacético, lleno de giros y vueltas, altibajos, alegrías y tristezas. [...]
La vida es algo complejo y multifacético, lleno de giros y vueltas, altibajos, alegrías y tristezas. Es un viaje que está moldeado por las elecciones que hacemos y los caminos que tomamos, pero también está influenciado por encuentros casuales y eventos que están fuera de nuestro control.
Para algunos, la vida es una serie de encuentros programados y actividades rutinarias, puntuadas por eventos o celebraciones ocasionales. Para otros, es un asunto más impredecible y espontáneo, con giros inesperados a cada paso.
No importa dónde vivamos o lo que hagamos, la vida está llena de luchas y desafíos internos. Todos tenemos nuestras propias alegrías y sombras, nuestros propios triunfos y contratiempos. Y si bien es fácil quedar atrapado en nuestras propias experiencias individuales, es importante recordar que todos estamos conectados y que nuestras vidas están entrelazadas de maneras que tal vez nunca entendamos por completo.
Entonces, ya sea que vivas en la ciudad o en el campo, cuando camines por cualquier calle, recuerda tomarte el tiempo necesario para apreciar la belleza y la complejidad de la vida y agradecer la oportunidad de ser parte de ella. Entonces, la vida será un viaje lleno de sorpresas donde deberemos estar preparados para enfrentarlas, para vivirlas.
Para algunos, la vida es una serie de encuentros programados y actividades rutinarias, puntuadas por eventos o celebraciones ocasionales. Para otros, es un asunto más impredecible y espontáneo, con giros inesperados a cada paso.
No importa dónde vivamos o lo que hagamos, la vida está llena de luchas y desafíos internos. Todos tenemos nuestras propias alegrías y sombras, nuestros propios triunfos y contratiempos. Y si bien es fácil quedar atrapado en nuestras propias experiencias individuales, es importante recordar que todos estamos conectados y que nuestras vidas están entrelazadas de maneras que tal vez nunca entendamos por completo.
Entonces, ya sea que vivas en la ciudad o en el campo, cuando camines por cualquier calle, recuerda tomarte el tiempo necesario para apreciar la belleza y la complejidad de la vida y agradecer la oportunidad de ser parte de ella. Entonces, la vida será un viaje lleno de sorpresas donde deberemos estar preparados para enfrentarlas, para vivirlas.
Mediterraneo • 8 obras de arte
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Mis capturas en el Mar al que acudo en cuanto puedo. En ese Mar, mi vida cambió en muchos aspectos, [...]
Mis capturas en el Mar al que acudo en cuanto puedo. En ese Mar, mi vida cambió en muchos aspectos, me vió llegar solo, con familia, nos vió crecer, gozar y sufrir. Es mi Mar, es al que acudo en cuanto puedo, ese que se muere de forma lenta, ese que hoy es casi un cementerio.
Trilogía del Mar • 3 obras de arte
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Distintos afectos pueden atribuirse a esta galería, todos ellos ligados a formas de amor, protección [...]
Distintos afectos pueden atribuirse a esta galería, todos ellos ligados a formas de amor, protección y amistad, sin importar el orden de mención de cada uno de ellos. Tienen en común cierto arrojo o valentía, ya que cada una de las fotografías fueron tomadas en tiempos de pandemia con la consiguiente exposición al peligro que la maldita enfermedad conllevaba. Viajar y aceptar el destino que se les tenía reservado a cada uno de ellos, importándoles más estar juntos de nuevo que el riesgo que corrían.
Árbol • 5 obras de arte
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El árbol casi siempre es un amigo, unos lo necesitamos, otros lo adoramos muchos los matamos.En mi perplejidad, [...]
El árbol casi siempre es un amigo, unos lo necesitamos, otros lo adoramos muchos los matamos.En mi perplejidad, su vida se levanta y se mantiene en alto como el sol. Dependemos de sus instintos vegetales, de la esperanza que brota de el. Solo y nada menos que vida para inhalar, vida en forma de tronco vencido y hojas verdes.
En el Hospital 20 - 22 • 10 obras de arte
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Todo cambió a aprtir del 31 de enero de 2020, nuestro hospital (como la mayoría de hospitales del mundo) [...]
Todo cambió a aprtir del 31 de enero de 2020, nuestro hospital (como la mayoría de hospitales del mundo) no estaba preparado para esta avalancha de caos y tristeza que nos invadió cada centímetro de espacio y cada segundo de nuestras vidas. Ahora es diferente, porque para muchos nunca más será igual. Muchos quedaron en el camino, ahora solo queda seguir, la opción es moverse, ahora más que nunca el movimiento es necesario. Trabajar en la planta de un hospital (planta de contingencia o planta COVID) durante la pandemia de COVID-19 ha sido una experiencia muy difícil para mí. He pasado por muchos momentos difíciles, incluyendo ver a personas que aparentemente estaban perfectamente sanas morir en dos días. He visto cómo se apagan vidas en un corto período de tiempo y he sentido el pánico de los pacientes ante la posibilidad de tener que habandonar este mundo irremediablemente.
He visto compañerismo y derrota en igual medida y he presenciado intentos de suicidio. También he visto a familiares dar el último abrazo a sus seres queridos antes de que se vayan para siempre. A pesar de todo esto, he regresado a casa cada día con la sensación de haber cumplido con mi deber, algunos días, incluso más allá de mis funciones aunque era consciente de que no debo hacer míos los sentimientos y miedos de otros.
Subir y bajar las escaleras del hospital se ha vuelto algo habitual para mí, pero a menudo pienso en poder salir de allí durante unos minutos para comer algo o simplemente respirar aire fresco. También he tenido que planear cómo y a qué hora debo llevar los cadáveres del día a la morgue y lo que eso supone. La pandemia ha sido una experiencia traumática para mí y a menudo he pensado en cómo superar unas situaciones tan desastrosa y con tanta tristeza de por medio.
Lo que más me ha afectado ha sido ver cómo se pierden tanta sabiduría, vivencias y experiencias de personas mayores que ya no podrán compartir sus historias ni demostrar su valía y su fuerza mental. Estas circunstancias me han enseñado a valorar que todo es eventual y que estamos aquí solo de paso. Es sorprendente cómo la vida puede cambiar tan rápidamente.
He visto compañerismo y derrota en igual medida y he presenciado intentos de suicidio. También he visto a familiares dar el último abrazo a sus seres queridos antes de que se vayan para siempre. A pesar de todo esto, he regresado a casa cada día con la sensación de haber cumplido con mi deber, algunos días, incluso más allá de mis funciones aunque era consciente de que no debo hacer míos los sentimientos y miedos de otros.
Subir y bajar las escaleras del hospital se ha vuelto algo habitual para mí, pero a menudo pienso en poder salir de allí durante unos minutos para comer algo o simplemente respirar aire fresco. También he tenido que planear cómo y a qué hora debo llevar los cadáveres del día a la morgue y lo que eso supone. La pandemia ha sido una experiencia traumática para mí y a menudo he pensado en cómo superar unas situaciones tan desastrosa y con tanta tristeza de por medio.
Lo que más me ha afectado ha sido ver cómo se pierden tanta sabiduría, vivencias y experiencias de personas mayores que ya no podrán compartir sus historias ni demostrar su valía y su fuerza mental. Estas circunstancias me han enseñado a valorar que todo es eventual y que estamos aquí solo de paso. Es sorprendente cómo la vida puede cambiar tan rápidamente.
Trabajos • 2 obras de arte
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Estas imágenes muestran a modo de homenaje esos quehaceres que pasan inadvertidos. Trabajos que nos [...]
Estas imágenes muestran a modo de homenaje esos quehaceres que pasan inadvertidos. Trabajos que nos parecen comunes, que cualquiera podría realizar. No brillan con admiración, muchos son creadores inmensos de fatiga. No ostentan un toque de elegancia, pero son los cimientos en los que descansa nuestra supervivencia. Labores que quizás parecen anónimas, pero guardan un valor incalculable. Sin su contribución, nuestras vidas estarían en jaque. Son tan dignos y necesarios como cualquier otra ocupación. Las fotografías aquí expuestas, muestran el reconocimiento de la grandeza de aquellos que se entregan a roles aparentemente modestos pero de vital trascendencia. Es una llamada a la gratitud hacia aquellos que, con su esfuerzo, sostienen las bases de nuestra sociedad.
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