Robert Irwin, influyente escultor del movimiento Luz y Espacio y pionero del arte minimalista, falleció a los 95 años debido a una insuficiencia cardíaca. Sus sutiles y elegantes instalaciones, a menudo compuestas por tubos de luz y velas, juegan con la percepción de los espectadores, creando una experiencia espacial única. Activo desde la década de 1960, Irwin ayudó a redefinir el arte minimalista y de sitio específico, optando por un enfoque que llamó "arte condicional".
Irwin saltó a la fama con su proyecto para el Museo de Arte Moderno en 1970, inaugurando una serie de obras a base de velas que marcarían la época. Su obra icónica en el Museo Whitney de Arte Americano en 1977 reveló su dominio del uso de la luz natural y el espacio.
Su arte continuó evolucionando, involucrando efectos de luz e instalaciones a gran escala en varias instituciones, y también diseñó un jardín para el Getty Center en Los Ángeles. Irwin ha recibido numerosos premios, incluida una beca MacArthur en 1984 y una beca Guggenheim en 1976, y ha expuesto internacionalmente.
Nacido en California, Irwin pasó gran parte de su vida en Los Ángeles, donde asistió a varias escuelas de arte y se involucró en la escena artística local. Jugó un papel decisivo en el movimiento Luz y Espacio en California y dejó una huella duradera en el mundo del arte, con muchas instituciones que albergan permanentemente sus obras.
Irwin continuó trabajando y exponiendo hasta el final de su vida, y su muerte marca el fin de una era para el arte minimalista y conceptual. Sus obras siguen siendo un testimonio de su incesante búsqueda por ampliar los límites de la percepción y la experiencia artística.