El Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH) en Valencia, España, abrió sus puertas luego de una restauración integral del Palacio Valeriola del siglo XVII por valor de 42 millones de dólares. Este proyecto, que duró siete años, transformó el sitio histórico en un centro de arte moderno. El CAHH, que lleva el nombre de su mecenas, Hortensia Herrero, esposa del magnate de los supermercados Juan Roig, presenta una colección diversa de 100 obras de arte, incluidas importantes piezas internacionales.
Hortensia Herrero, inicialmente centrada en el arte local valenciano, amplió su colección para incluir artistas internacionales tras ser asesorada por el comisario Javier Molins. Esta expansión comenzó con la adquisición de Böse Blumen por parte de Anselm Kiefer, una obra de gran formato que rinde homenaje a Les Fleurs du Mal de Baudelaire.
El palacio, un lugar con un rico pasado histórico, antigua sede de un periódico y de una discoteca, ha sido minuciosamente renovado por el estudio ERRE. El estudio, codirigido por Amparo Roig, hija de Herrero, conservó el carácter gótico del edificio y lo modernizó para su nuevo rol.
Los visitantes del CAHH pueden explorar una variedad de obras de arte, desde el primer piso, que presenta artistas vivos internacionales, hasta maestros del siglo XX como Joan Miró y Roy Lichtenstein. El centro también alberga una instalación única en forma de cueva de Cristina Iglesias y presenta fotografías contemporáneas, así como materiales educativos sobre la historia de Valencia.
Además, el sitio incorpora hallazgos arqueológicos del barrio judío de Valencia y presenta instalaciones únicas como Left in Dust de Mat Collishaw, sobre el tema de los caballos. El centro ha encargado obras exclusivas que incluyen instalaciones geométricas e iridiscentes de Tomás Saraceno y la Capilla Sean Scully, que combina vidrieras y un gran lienzo con alegorías del techo de Sorolla, que simbolizan la combinación de arte patrimonial, clásico y contemporáneo.