Entrada al Museo Nacional del Bardo, © Mourad Ben Abdallah vía wikipedia
El Museo Nacional del Bardo en Túnez, símbolo del rico patrimonio del país, ha reabierto sus puertas después de un período convulso marcado por múltiples cierres debido a la inestabilidad política, un ataque terrorista y la pandemia de COVID-19. Este museo, ubicado en un palacio del siglo XVII en Bardo y conocido por su extensa colección de artefactos históricos, fue objeto de importantes renovaciones y ampliaciones cuando cerró. Desde entonces, ha visto un resurgimiento en el número de visitantes, tanto locales como internacionales, tras su reapertura en septiembre.
El museo, fundado originalmente en 1888 bajo el dominio colonial francés, muestra los tesoros arqueológicos y etnológicos de Túnez, incluida una colección de mosaicos de renombre mundial. Incluye varios departamentos, como la sección islámica, que contiene objetos importantes como los folios del "Corán Azul", y otras atracciones diversas como la sala de Cartago y una colección de objetos griegos procedentes de un naufragio de Mahdia.
Las adiciones recientes incluyen una nueva sala con una importante exhibición de monedas de oro y una importante estatua de mármol de la Concordia en la entrada, que simboliza la paz. La reapertura refleja el papel del museo como hito educativo y cultural, en un contexto de expansión más amplia de la oferta cultural tunecina. La reactivación del Museo del Bardo se considera no sólo un impulso para el turismo tunecino, sino también un faro de resiliencia y esperanza frente a los desafíos políticos y económicos del país.