Una obra maestra de Gerhard Richter que alguna vez estuvo escondida y que por primera vez fue ocultada en 1979, ha reaparecido en Dresde. Ubicada dentro de los terrenos del Museo Alemán de Higiene, esta rara y antigua creación se encuentra en una escalera y un vestíbulo de entrada, lo que marca su supervivencia a lo largo de décadas. Casi medio siglo después de haber sido ocultada, la obra de Richter, creada en la Universidad de Bellas Artes de Dresde, se exhibirá nuevamente al público.
Originalmente terminado en 1956 en los espacios arquitectónicos del museo, Richter inicialmente rechazó la oferta del museo de 1994 de revelar y exhibir la obra de arte, creyendo que el mural no era esencial. Sin embargo, su postura se suavizó en 2022, casi tres décadas después.
A medida que se acercaba su 92 cumpleaños, la perspectiva de Richter cambió, como señala Dietmar Elger, director del Archivo Gerhard Richter. A pesar del reconocimiento selectivo de Richter a sus obras oficiales a partir de 1962, este mural en particular, "Lebensfreude" (La alegría de vivir), que representa escenas cotidianas vibrantes, sobrevivió más allá de su purga artística autoimpuesta después de la huida de Alemania Oriental en 1961.
Planeado para una exhibición gradual, comenzando con una escena familiar en una playa, el museo planea revelar más secciones basadas en la integridad estructural, y se espera una evaluación posterior a la inicial para octubre.
La temprana adopción por parte de Richter del realismo socialista, ordenado por las autoridades comunistas de Alemania Oriental, se refleja en este mural. A pesar de su distanciamiento posterior de estos estándares artísticos impuestos luego de su exposición en 1959 a formas de arte occidental más amplias y su posterior deserción en 1961, este trabajo contribuyó a su base académica y creativa.
El mural de 1979 simbolizó el rechazo de las autoridades de Alemania Oriental a su valor artístico. Sin embargo, a partir del 9 de marzo, los espectadores podrán observar los esfuerzos de restauración a través de una barrera transparente, como parte de una exposición que revisa la narrativa del museo sobre la era comunista.
Fundado originalmente por un empresario de higiene dental en 1912, el Museo Alemán de Higiene se erige ahora como un faro de experimentación humana, con la restauración del mural por valor de 220.000 euros apoyada por varias fundaciones e instituciones, tejiendo una historia de resistencia artística, cambio político y memoria cultural.