En un giro inesperado de los acontecimientos, la exposición de arte clandestina de un empleado en las salas de la prestigiosa Pinakothek der Moderne de Múnich ha provocado una investigación policial. El renombrado museo, famoso por su colección de íconos modernistas como Pablo Picasso, Franz Marc y Oskar Schlemmer, se encontró este mes albergando una adición no autorizada a su prestigiosa exposición. Sin que los visitantes que buscaban el encanto de las obras maestras del siglo XX lo supieran, también se les presentó el arte de un miembro del personal del museo, discretamente colocado entre los tesoros de la galería sin aprobación formal.
El artista detrás de la exposición secreta, identificado por la policía como un hombre de 51 años que trabaja en los servicios técnicos del museo, aparentemente pretendía utilizar la exposición no autorizada como trampolín para futuros proyectos artísticos.
Pinakothek der Moderne, crédito: Rufus46 vía Wikipedia
Las complejidades de cómo y cuándo se instaló subrepticiamente la obra de arte siguen siendo un misterio, e incluso los ejecutivos del museo se preguntan cuánto tiempo lleva en las paredes. “Los supervisores se dieron cuenta inmediatamente”, afirmó un portavoz del museo en una entrevista con la prensa, subrayando el carácter inusual del incidente.
A pesar de la apertura de una investigación, parece que el empleado en cuestión podría escapar a graves consecuencias legales. La consecuencia legal más importante que enfrenta es una infracción menor por crear dos agujeros en una pared que de otro modo no estaría decorada.
A raíz de este incidente, la carrera de este hombre en la Pinakothek der Moderne tuvo importantes repercusiones: fue despedido de su cargo y ahora tiene prohibida la entrada al recinto del museo, lo que marca el duro final de un atrevido intento de creación artística.
Jean Dubreil